sábado, 9 de enero de 2016

Muslims are...cool!

Siiiii!!
Es lo que tiene esto de ser musulmán/a oye, que lo mismo un día te odian sólo por apellidarte de una manera que al siguiente te adoran por el tamaño de tu billetera.
En la más clara muestra de cómo el clasismo está por encima del racismo, los más importantes diarios y revistas del mundo se hacen eco de las abayas y hijabs que diseñarán Dolce&Gabbana (firma que factura la friolera de 8.7 billones con b de dólares en2015). Desde Forbes, New York Times, The guardian, Vogue o los diarios de gran tirada nacional como El País o El Mundo no ha habido medio que no se haya hecho eco estos días de la iniciativa de la empresa italiana. 
Una iniciativa enfocada especialmente a quienes pagan en petrodólares el lujo y las exclusividades. No en vano, se dejan una millonada (literal) en complementos, zapatos y otras prendas al alcance sólo de aquellos bolsillos que no hacen ascos a nada que les guste por muchos ceros que tenga.
Sin embargo, no he leído aún a nadie de quienes habitualmente consideran que las mujeres con hiyab somos mujeres sumisas (JA), criticar el uso comercial de prendas típicamente árabes como las abayas para hacer caja.
Y es que, aquí el falso discurso de que las pobrecitas musulmanas están esclavizadas y llevan el hiyab por imposición, da paso directo al business is business. 
Y cuando se trata de business, de dólares o de euros, se sube varios peldaños: los moros pasan a ser árabes, las personas negras pasan a ser de color y la discriminación o el odio xenófobo que pudiera existir en un primer momento, suele dar paso a otras actitudes (hipócritas) diferentes.
Pero, ¿por qué?
¿tanto cambia el dinero la percepción que tenemos de las personas?
Las mujeres de los países nutridos con oro líquido aún están en pugna por sus derechos. Derechos tan simples para nosotras como es el de conducir tu propio coche. Sin embargo, parece que verlas con un bolso Jimmy Choo, unos zapatos de Manolo Blahnik o ahora una abaya Dolcce&Gabbana hace que cambie la percepción, el concepto y la consideración que se les pudiera tener. 
La ropa no hace a las personas.
El dinero, tampoco.
La lucha por las libertades más allá de los estereotipos o del clasismo es lo que realmente está de moda.
Todo lo demás, es sólo business.

viernes, 8 de enero de 2016

Malos tiempos...

....para ser  musulmán/a.
Malos tiempos para decir que son malos tiempos, porque parece que vas de víctima.
Sin embargo, el silencio de los que discrepan es el mejor compañero de quienes pretenden fomentar la islamofobia en cualquier lugar.
El silencio, el callar, supone otorgar y eso es inadmisible para cualquier persona ligeramente rebelde contra las injusticias, como quiera que se llamen y, hoy por hoy una de las mayores injusticias es la de meter a todas las personas de credo musulmán en el mismo saco.
Cualquier motivo parece bueno para fomentar el odio.
Es como si algunos estuvieran a la expectativa para soltar el "¿ves?"," ¿qué te vas a esperar?" 
Que hay algún secuestro en el mundo, alguna violación, algún atentado, algún robo....pues ale, todo lo malo se relaciona a lo musulmán y mira que hay que ser muy tonto para meter a personas en el mismo saco por el hecho de compartir credo,credo que por cierto está influenciado también por la cultura, la zona geográfica, la educación...pero da igual, el pensamiento actual es que si es musulmán no puede ser bueno. 
¿y cómo leches hemos llegado a esto?
¿y qué se ha hecho por parte de los poderes públicos?
¿qué papel ha jugado en ello la desinformación o la información tóxica?
¿y qué culpa tenemos tú y yo?
¿y cuándo perdimos el sentido común?
¿y la coherencia?
Llegar a la conclusión de que no por rezar hacia el mismo lado, las personas son iguales, debería ser tan sencillo como sumar dos más dos, pero son malos tiempos para el sentido común, que una vez más, aparece como el menos común de los sentidos.




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