domingo, 25 de diciembre de 2016

CÓMO SER MUJER Y NO MORIR EN EL INTENTO I

Mucho tiempo sin sentarme ante un folio en blanco. 
Demasiado. 
Tanto como ideas y asuntos merecedores de unas cuantas líneas.
Cuando apenas le quedan unos días para este 2016, me siento a volcar un poco de todo lo que llevo dentro. 
Sólo un poco.
 Y es que, hay personas que lo necesitamos, desahogarnos escribiendo lo que pensamos y lo que sentimos, con una contradictoria expectativa de que nos lean o que no, porque escribir es desnudar tus ideas ante los demás.
De un modo u otro, este ha sido un importante año para las mujeres en todo el mundo. 
Hemos avanzado un poco más en la lucha por la igualdad.
Pero no lo suficiente, porque nos siguen matando y porque hay quienes siguen prefiriendo dividir y considerarse mejores que otras luchadoras porque no entra en sus autodefiniciones de feminismo que se luche con la misma intensidad sin responder a los mismos patrones sociales.
Hemos avanzado un poco más en la visibilidad de las mujeres en lugares en los que sólo había testosterona.
Pero no lo suficiente, porque a veces esa testoterona contamina a algunas mujeres que tienen en sus manos influir decisivamente con sus decisiones, haciéndolas masculinizarse demasiado.
Hemos avanzado un poco más porque cada vez veo a más mujeres defender su lucha por la igualdad sin complejos ni ataduras.
Pero no lo suficiente, porque hay quien sigue criando princesitas en un mundo en el que no tienen cabida.
Hemos avanzado un poco más porque cada vez son más los hombres que se consideran abiertamente feministas (o lo que es lo mismo, luchadores por la igualdad) y están dispuestos a salir de su zona de confort.
Pero no lo suficiente, porque hay quienes siguen justificando actitudes abiertamente machistas (mujeres y hombres)
Hemos avanzado un poco más porque podemos vestirnos como nos parece sin cuestionarnos.
Pero no lo suficiente, porque los dictados de algunas modas siguen teniendo que hacer caja a costa de nuestras tallas y de guiarnos, sutilmente, a considerarnos bonitas o feas según nuestros kilos, nuestras canas o nuestras arrugas.
Hemos avanzado un poco más porque muchas mujeres hemos conseguido que se nos escuche y valore por los mensajes que transmitimos, más allá de nuestra imagen.
Pero no lo suficiente, cuando siguen vetándote para trabajar en según qué puestos por ser mora o por llevar hiyab. 
Hemos avanzado un poco más, sin duda, pero no lo suficiente porque aún nos queda mucho por hacer.
Hagámoslo juntos.




Seguidores

Entradas populares