Como muchas personas, a veces necesito escribir lo que pienso y siento para desahogarme y reflejar, negro sobre blanco, todo lo que se me pasa por la cabeza.
Los últimos días han sido especialmente ajetreados debido a las elecciones municipales. La formación política a la que pertenezco, CABALLAS, concurría con la mayor de las ilusiones y ansias por reflejar y materializar todos nuestros ideales en forma de gestión política. Pero lamentablemente, no ha podido ser y así, tendremos que hacernos a la idea de que los próximos cuatro años seremos oposición. Eso sí: el principal grupo de la oposición.
Me quedo con las maravillosas tardes que hemos pasado haciendo campaña y pidiendo el voto por distintas barriadas, un espacio de tiempo que me ha servido para conocer más y posiblemente mejor, a los compañeros y compañeras de este viaje en busca de una Ceuta mejor.
Pero no podré olvidar tampoco todo los ataques de los que hemos sido objeto. Cualquier argumento y crítica falaz han sido utilizados para intentar desacreditarnos socialmente y evitar que obtuviéramos mejores resultados.
Tampoco voy a olvidar las lágrimas en los ojos de mis compañeros y compañeras la noche del 22-M.
Ni las mías, con lo fuerte que me creía.
Me he perdido el momento en el que a Yassin, mi hijo mayor, se le ha caído la primera muela.
Tampoco estaba en el momento en que Mohamed, el pequeño, se cayó y se hizo una pequeña brecha en la rodilla.
Espero que cuando crezcan, sepan perdonarme por todo el tiempo que les robo para invertirlo en intentar hacer de esta ciudad, junto a otros y otras caballas, un lugar donde ellos y los de su generación puedan tener un futuro más digno.
Espero perdonarme a mi misma por ello.
Aún así, la balanza sigue más llena de ganas de trabajar y luchar que de desilusión y decepción.
Afortunadamente.
No le digas a nadie que me has leído. No lo hagas. Guardemos el secreto. Y menos reconozcas que puedas coincidir conmigo en algo. Podría ser contraproducente para la opinión que tienen de ti. Este sitio es sólo para gente que en algún momento de su vida, se han sentido o les han hecho sentir rara avis y sobre todo, para personas especiales que no tienen complejo alguno en serlo.
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Te echabamos de menos, llevas mucho tiempo sin escribir. No te rindas, en Ceuta se necesitan a muchas mujeres como tú.
ResponderEliminarY estoy segura que tus hijos te perdonaran por
esos momentos (y que quedan muchos por compartir) que no has podido estar con ellos. Pero estaran muy orgullosos de su madre, la primera mujer musulmana en la asamblea de Ceuta.
Y si este año nos hemos mantenido, dentro de 4, volveremos a insistir.Animo. Bsitos.